Ilustración de Ricardo Cavolo |
mi cuerpo no es un templo en ruinas
tengo la forma precisa en el momento exacto
guardo la herencia del mármol
mi corazón se ha vuelto de arcilla, pronto no quedará ni polvo
repito: mi cuerpo no es un templo en ruinas
está cerrado por reformas
mi templo tiene el mismo horario de visitas que un burdel
el arte es todo aquello que pude haber sido y no he creado
perdón, me describo:
mis brazos son dos alas negras
mi pico no es dorado, me lo han callado a piedras
mis garras curvas se han tornado líneas rectas de tanto arrastrarme
mi silueta, ahora, es un animal herido
mis dedos son ramas de un árbol naciente
en mis clavículas pían los retoños de los cuervos que crié
es primavera
es primavera
es primavera
y mis hojas caen
con la misma violencia que los pájaros que aprenden a volar
el mismo mecanismo de autodestrucción que persigue a los humanos
arranco mi pico, arranco mis alas
arranco mis dientes, me doy cabezazos
mi cuerpo no es un templo en ruinas
pero me piden que lo cierre por demolición
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