Me asomo al espejo.
Veo curvas rectas,
indirectas con puntería.
Veo defectos,
que van ganando
a las "virtudes".
Veo piezas rotas,
a las cuales cuando -auto- abrazo
hago rechinar
y suenan cristales
que se clav...
se clavan,
entre las costillas
y en el lado izquierdo de mi pulmón.
Veo un rompecabezas
al que le faltan piezas,
muchas piezas.
Veo kamikazes;
veo sombras
que me persiguen;
veo fantasmas;
ecos entre líneas
que rebotan en cavidades;
miedo, mucho miedo.
Veo asco, ira, odio, soledad
haciéndole compañía a la impotencia.
Veo muros infranqueables,
veo Berlín en tiempos de guerra.
Veo ruinas en las no queda amor,
veo Roma, haciéndome cenizas.
Veo ruidos a descompás
que caminan a las afueras de París.
Veo a Madrid, a Cibeles
con sus leones domados.
Veo los canales de Venecia
siendo llorados,
- por mí -.
Me vuelvo a asomar.
Delante, veo a pesar de todo una sonrisa.
Y detrás de ella,
me
veo
a
mí.
Veo curvas rectas,
indirectas con puntería.
Veo defectos,
que van ganando
a las "virtudes".
Veo piezas rotas,
a las cuales cuando -auto- abrazo
hago rechinar
y suenan cristales
que se clav...
se clavan,
entre las costillas
y en el lado izquierdo de mi pulmón.
Veo un rompecabezas
al que le faltan piezas,
muchas piezas.
Veo kamikazes;
veo sombras
que me persiguen;
veo fantasmas;
ecos entre líneas
que rebotan en cavidades;
miedo, mucho miedo.
Veo asco, ira, odio, soledad
haciéndole compañía a la impotencia.
Veo muros infranqueables,
veo Berlín en tiempos de guerra.
Veo ruinas en las no queda amor,
veo Roma, haciéndome cenizas.
Veo ruidos a descompás
que caminan a las afueras de París.
Veo a Madrid, a Cibeles
con sus leones domados.
Veo los canales de Venecia
siendo llorados,
- por mí -.
Me vuelvo a asomar.
Delante, veo a pesar de todo una sonrisa.
Y detrás de ella,
me
veo
a
mí.
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